Cuando la plataforma Spotify reveló sus datos anuales, confirmó lo que muchos ya intuían: Bad Bunny reconquistó el trono mundial. Con 19.8 mil millones de streams en 2025, el artista puertorriqueño fue nombrado por cuarta vez como el “Artista Global más escuchado del año”. Este logro no sólo reafirma su dominio individual: confirma una tendencia histórica para la música en español y el urbano latino.
Su más reciente álbum, DeBÍ TiRAR MÁS FOTOS, también se convirtió en el “Álbum Global del Año”, catapultando al puertorriqueño a un estatus parecido al de leyenda viviente: el tipo de artista cuyos lanzamientos marcan épocas.
El retorno del “conejo malo” al centro del mapa musical global
Durante 2023 y 2024, el top global de Spotify lo ocupó Taylor Swift. Su dominio parecía imparable, pero este año el retorno de Bad Bunny a la cima demuestra algo más profundo que popularidad: resiliencia, reinvención y consistencia.
Ese ascenso no fue casual: “DeBÍ TiRAR MÁS FOTOS” llegó con ambición estética y sonora, incorporando ritmos tradicionales como salsa, plena y sonidos caribeños, combinados con reguetón moderno. Temas como Baile Inolvidable reflejan esa apuesta por lo híbrido: herencia cultural, identidad latina, pero con un pulso universal.
Este giro artístico —volver a las raíces, reinterpretarlas— conecta con lo que hicieron artistas latinos históricos: desde la fusión tropical hasta los crossovers globales. Pero Bad Bunny lo logra a su manera: con un lenguaje contemporáneo, urbano, reconocible para una nueva generación global.
Qué significa para la industria latino‑global
Visibilidad global real para lo latino: Que un artista en español domine globalmente el streaming reafirma la capacidad de la música latina de competir en escala internacional. No se trata de un fenómeno regional —es global, orgánico, masivo.
Puerta abierta para nuevas voces: Cuando un álbum en español rompe récords, se envía una señal poderosa a sellos, disqueras y productores: el mercado está listo y las audiencias son globales. Eso incentiva inversión, riesgo creativo y diversidad de propuestas latinas.
Redefinición del éxito mundial: Las métricas ya no son sólo ventas físicas o giras tradicionales. Los streams —que trascienden países—, la penetración en playlists globales y la viralidad digital se han convertido en las nuevas monedas de éxito.
Legitimación cultural y económica del urbano latino: Más allá del reguetón, del trap o del pop urbano —este dominio demuestra que lo latino ya no sólo es tendencia: es eje cultural global.
Escenarios y preguntas claves para 2026
- ¿Veremos más álbumes en español dominando charts globales? Posiblemente: este éxito refuerza la apuesta por narrativa, identidad y sonido propio.
- ¿Las giras reflejarán ese alcance? Con Debí Tirar Más Fotos World Tour ya agendado —y en expansión por demanda—, la cinta del streaming se alarga al escenario en vivo.
- ¿Se traducirá en una mayor diversidad de voces latinas globales? Si la industria y el público responden con apertura, el triunfo de Bad Bunny puede abrir camino a artistas emergentes con propuestas frescas.
Bad Bunny 2025 no es sólo un triunfo personal: es un momento bisagra para la música latina. Su regreso a la cima marca que lo urbano en español ya no es una tendencia pasajera, sino un pilar global. Y más allá de los números, su impacto se mide en identidad, orgullo, alcance cultural.
Con él, la narrativa cambia: lo latino deja de ser “alternativa”, pasa a ser mainstream —y lo mainstream habla español.




