Entre reediciones esenciales y un nuevo ciclo creativo, la banda capitalina se sumerge en una revisión intensa de su historia sonora con un tema que renace distinto y poderoso.
Lanzado el 17 de noviembre de 2025, “Manos de piedra (revisitada)” es el nuevo single del quinteto mexicano Diles que no me maten. El tema, originalmente publicado en su debut Edificio, se reinterpreta ahora con la madurez adquirida tras años de expansión creativa. Grabado en un estudio montado en la Caleta Gallery (CDMX), y producido por Sebastián Rojas, el track captura una nueva sensibilidad experimental, entre el post-hardcore emocional y la poética libre.
Este lanzamiento acompaña la reedición física de sus discos más icónicos: La vida de alguien más (2021), creado en plena “neonormalidad” pandémica como un manifiesto identitario delirante, y Obrigaggi (2023), álbum río grabado en Veracruz, inmerso en atmósferas flotantes y líricas existenciales. Ambos discos resurgen bajo el nuevo sello Moonlight Activities, marcando un punto de inflexión en la historia de la banda.
Aclamados por medios internacionales y con un nuevo álbum en preparación, Diles combina caos controlado e improvisación con una ambición compositiva rara en el indie latino. “Manos de piedra” no es un regreso: es un eco transformado de lo que fueron y un anticipo de lo que vendrá.


De la autogestión a la consolidación global
Fundados en 2017 por los hermanos Raúl (batería) y Gerardo Ponce (guitarra), Diles que no me maten surgió en los márgenes de la escena underground capitalina. Su historia incluye primeras presentaciones con afters de cumbia y hasta actos de magia previos a sus shows. Hoy, convertidos en una institución del circuito alternativo latinoamericano, integran también a Jerónimo Elizondo-García (clarinete, guitarra), Andrés Lupone (bajo) y al frontman Jonás Dérbez, poeta libre y saxofonista incendiario.
Su evolución ha sido tan inesperada como coherente. Desde la primera cinta Cayó de su gloria el diablo, hasta su EP en vivo y sus presentaciones impredecibles —donde pueden saltar de un track a otro sin previo aviso—, lo suyo ha sido construir lenguaje desde la disrupción. La dinámica interna del grupo está guiada por improvisación, pero también por una compenetración que les permite fluir sin perder dirección.
La relectura de una canción como manifiesto
“Manos de piedra (revisitada)” nace de esa práctica. Es una versión que no busca corregir, sino amplificar. “Es el mismo fantasma, pero más grande”, dice Dérbez. Grabado en un estudio improvisado en una galería, el track condensa la crudeza lírica con el músculo instrumental que los ha caracterizado. Para medios como If It’s Too Loud, se trata de una pieza “intensa y cargada de tensión”, que incluso sin entenderse, se siente.
La crítica la ha situado entre el krautrock y el post-hardcore; en plataformas como HypeMachine ya se lista como experimental. Pero más allá del género, lo relevante es cómo esta reinterpretación conversa con sus reediciones recientes y un futuro álbum que, según adelantan, será su proyecto más meticuloso hasta ahora.
Obrigaggi & La vida de alguien más: reediciones que importan
Ambos discos representan los extremos de la identidad de Diles:
- La vida de alguien más (2021) es un álbum conceptual grabado durante el encierro. Su línea inicial —“Hoy es un día cualquiera pero yo ya no soy yo”— anticipa el vértigo lírico de un álbum que oscila entre odiseas sonoras y distorsión emocional.
- Obrigaggi (2023) fue grabado en una casa en la jungla de Veracruz, y es más atmósfera que estructura. Espectral, libre y profundamente íntimo, evita definiciones incluso en su título. Es una obra río donde la banda se deja arrastrar por sus propios límites.
Reeditarlos hoy, bajo el sello Moonlight Activities, no es nostalgia. Es trazar una línea que conecta un proceso creativo continuo con un momento en que la banda empieza a ser reconocida globalmente.






