Por: Ulises Sanher
Existe una gran oferta de documentales mediante las múltiples plataformas (las ya existentes y las recién lanzadas) done la música está presente, de repente se vuelve imposible darnos cuenta de la cantidad de productos que exploran las biografías de personajes que definieron la historia de la música, productores, agentes, fotógrafos, managers, bookers etc…
Esto lo podemos analizar en dos vías, por un lado el que la música regrese con tal nivel de centro de atención es interesante ya que nos habla de cómo las audiencias están pidiendo más y más este tipo de contenidos, es difícil saber si esto culminará en más películas biográficas donde no todos los productos han sido buenos pero se agradece el intento.
Por otro lado se puede analizar quiénes estamos consumiendo y bajo qué premisa, ¿es el morbo o el interés de entender una época?, ¿esperamos entender cómo se manejaba la música cuando el mercado no era tan accesible para todos?, ¿cómo se manejaban los artistas, la influencia de las drogas, el contexto de la guerra y la desigualdad social y el racismo?, algunas historias podrían ser motivadoras para todos aquellos que buscan abrirse camino en un mercado de competencia enorme debido a la facilidad que propiciaron los home studios a la hora de hacer música, la atomización del público y la audiencia shuffle que las plataformas de streaming se encargaron de amaestrar a tal nivel que influyeron incluso en los line ups de festivales pre, inter y post pandemia, se entiende como diversidad pero depende del lugar donde te encuentres para aceptar o rechazar dichos cambios en los hábitos de consumo.
Hay 2 en particular que suman por su belleza narrativa y particular manera de presentarnos etapas donde la música se movió a la par del contexto social o viceversa, no sabemos quién moldeó a quien pero se logró una relación simbiótica donde la historia se vio musicalizada por canciones trascendentes, 1971 de Apple+ es una joya visual y auditiva, el guión te mantiene, acompañado de imágenes que nos devuelven a esos iconos omnipresentes aún en la actualidad.
A través de 8 episodios los creadores nos presentan cómo las aristas y luchas civiles fueron musas y los compositores supieron aprovechar lo que tenían frente a ellos. No es nuevo hablar de segregación y la mayoría de las biografías ya sabemos cómo terminan, lo maravilloso es la manera en que se nos lleva de la mano para dejarnos atrapados capítulo a capítulo y con deseos de explorar y regresar a esos temas que ya habíamos olvidado.
1971 es una mirada cruda en todos los aspectos, hay imágenes duras que la estética de época ayuda a sentirlas lejanas, cuando terminamos nos damos cuenta que en realidad no hemos cambiado mucho como humanidad, sólo la música, me he preguntado de qué hablaría un documental en 50 años, ¿qué música formaría parte del soundtrack habiendo tanta con fecha de caducidad?, ¿nos burlaríamos de nosotros mismos al darnos cuenta que le dimos demasiado poder al anonimato y cobardía que algunas redes ofrecen para funcionar como psicólogas digitales?, ¿llegará el punto donde nos demos cuenta fuimos manejados ad nauseam por personajes a los que les importamos un carajo?.
¿Cómo traduciremos esta historia hacia la música y la lucha latinoamericana? opto por ser analítico y aprender lo que leo, veo y consumo, esperando que dichas enseñanzas nos ayuden a modificar el presente y que los documentales que se realicen de esta época no sean tan crueles con nuestra sociedad acostumbrada a pelear y defender distracciones más allá de lo verdaderamente importante, con todo y la subjetividad que esto signifique.
En una posterior entrega hablaremos de This Is Pop y su brillante manera de hablarnos también de la música.
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