El cantautor, músico y productor Enrique Bunbury ha sido oficialmente inducido al Latin Songwriters Hall of Fame, un hito que reconoce su obra poética, su inagotable curiosidad sonora y su influencia en la música en español a lo largo de más de tres décadas.
Desde su etapa al frente de Héroes del Silencio hasta su carrera solista con proyectos como El Huracán Ambulante, Bunbury ha construido un legado cimentado en canciones tan potentes como “Entre San Cosme y San Damián”, “El Extranjero”, “Infinito” o “Lady Blue”. Temas que, en su momento, definieron una era y que hoy siguen inspirando a nuevas generaciones de músicos y audiencias.
La inducción de Bunbury al Latin Songwriters Hall of Fame —organización fundada por Desmond Child y Rudy Pérez— lo sitúa entre los compositores más relevantes del panorama latino. En la ceremonia, donde también fueron reconocidos artistas como Ángela Aguilar y Lenny Tavárez, se destacó su capacidad de trascender géneros, geografías y generaciones.


Un 2025 cargado de reconocimientos
Este año ha sido decisivo para Bunbury. Su más reciente álbum, Cuentas Pendientes, lanzado en 2025, fue recibido con elogios por su honestidad lírica y su sonido poderoso. Además, culminó una gira por Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica y España junto a El Huracán Ambulante, reafirmando su vigencia escénica.
Y el reconocimiento no se queda ahí: está confirmado que, en noviembre, recibirá el Latin GRAMMYs 2025 Premio a la Excelencia Musical, en Las Vegas. Un doble reconocimiento en el mismo año que habla de un artista que no descansa en la leyenda, sino que sigue empujando los límites de la composición en español.


Por qué su inducción importa
- Porque pone en valor la figura del compositor en un sistema donde los artistas suelen ser reconocidos solo como intérpretes.
- Porque reconoce una obra que desafía la norma, entre rock, folk, electrónica y letras que exploran lo íntimo y lo universal.
- Porque su carrera demuestra que en la música latina aún hay espacio para el reinicio, la exploración y el riesgo.
Enrique Bunbury no solo ingresa a un salón de la fama: amplía el legado del rock en español y demuestra que, aún después de décadas, sigue tan necesario como irrepetible.