Con «Frankenstein» y la serie «Andor», los nombres mexicanos destacan en la temporada de premios. Del Toro y Luna representan la fuerza creativa de Latinoamérica en Hollywood.
En la antesala de los Premios Oscar, los Globos de Oro siempre han funcionado como un termómetro de lo que conmueve, cautiva y transforma al audiovisual global. Y en la edición 2026, el nombre de México no está ausente. Guillermo del Toro y Diego Luna encabezan una lista de talentos latinos que están redefiniendo las narrativas contemporáneas desde sus trincheras creativas.
Guillermo del Toro, el maestro de los monstruos emocionales
Del Toro vuelve a la primera fila de los reflectores con su nueva versión de Frankenstein, una adaptación que lejos de quedarse en lo gótico o clásico, reinterpreta la criatura como un símbolo de fragilidad, abandono y redención. La película, producida por Netflix, está nominada a Mejor Dirección, Mejor Película de Drama, Mejor Banda Sonora y Mejor Actor para Oscar Isaac.
Con esta historia, Del Toro no sólo regresa a sus obsesiones temáticas, sino que las resignifica para una audiencia global que busca más que espectáculo: busca sentido. En un contexto donde la inteligencia artificial y la deshumanización son parte de la agenda cultural, el cineasta tapatío construye una película profundamente humana desde un «monstruo».
Diego Luna: tercera nominación consecutiva por «Andor»
Diego Luna ha sido nominado en la categoría de Mejor Actor de Drama en Televisión por su trabajo en la serie Andor, parte del universo de Star Wars. Esta es su tercera nominación consecutiva a los Globos de Oro, tras ser reconocido previamente por Andor en 2023 y por La Máquina en 2024.
Su papel como Cassian Andor ha sido aclamado por su complejidad emocional, madurez narrativa y profundidad política. Luna compite con figuras como Sterling K. Brown (Paradise), Gary Oldman (Slow Horses) y Mark Ruffalo (Task), consolidando su presencia en la televisión estadounidense como uno de los actores latinos más consistentes y relevantes.
Visibilidad, representación y legado
La presencia de ambos creadores no solo es motivo de orgullo: es una prueba tangible de cómo el talento latino no necesita traducción. Ya sea desde el terror emocional o la ciencia ficción política, sus obras dialogan con las inquietudes universales sin perder raíz, identidad ni acento.
El contexto también es relevante: en una industria que durante décadas ha limitado a los actores y cineastas latinos a ciertos estereotipos o espacios secundarios, estas nominaciones abren grietas en la estructura. Grietas necesarias para imaginar una nueva industria: una donde el sur también escriba el guion.


