Cultura latina: un motor global que impulsa turismo, economía y tendencias

Cultura latina: un motor global que impulsa turismo, economía y tendencias

Por: Equal Media

La música latina dejó de ser “la alternativa” para convertirse en el latido central de la industria global. En 2025, el mercado latino en EE. UU. proyecta superar los 1.8 mil millones de dólares en ingresos, con un crecimiento sostenido del 13 % anual (RIAA). La música en español ya representa cerca del 9 % del consumo musical en este país, y el streaming global de artistas latinos superará los 75 mil millones de reproducciones este año (IFPI).

Más allá de los números, el impacto se refleja en experiencias tangibles: el turismo cultural y musical. Un caso paradigmático es Bad Bunny, cuya gira 2025 arrancó el 11 de julio y concluirá el 14 de septiembre. Cada fecha en Puerto Rico ha sido un detonante económico: según Discover Puerto Rico, la ocupación hotelera en San Juan llegó a 90 %, con un impacto estimado de más de 10 millones USD por fin de semana entre hospedaje, gastronomía y transporte. Su narrativa de orgullo boricua ha convertido la isla en un destino aspiracional para fans internacionales.

Karol G ha llevado este fenómeno a escala global, con estadios agotados en Europa y Norteamérica, desde el Santiago Bernabéu en Madrid hasta el Levi’s Stadium en California. Su capacidad para conectar con audiencias multigeneracionales demuestra que la música latina no es una moda, sino un ecosistema en expansión.

Este ecosistema se fortalece con un circuito de festivales que trasciende fronteras. En Europa, el Primavera Sound (Barcelona y Madrid) y Roskilde (Dinamarca) han presentado en 2025 a artistas como Rauw Alejandro, Mon Laferte y Jorge Drexler. En Norteamérica, el Coachella Valley Music and Arts Festival integró a Ca7riel y Paco Amoroso, Bizarrap y Silvana Estrada en su cartel, mientras Afropunk Brooklyn incluyó a Cimafunk y Lido Pimienta. Y en América Latina, el Vive Latino (México) y el Festival Estéreo Picnic (Colombia) siguen siendo plataformas esenciales para lanzar y consolidar proyectos de proyección internacional.

En este entramado, BIME funciona como un punto neurálgico: un mercado musical que conecta a la industria de Europa y América, fomentando el intercambio de talento y negocios entre artistas, managers, sellos y marcas.

La cultura latina no solo genera hits: crea destinos, marca tendencias y construye identidad. Para marcas, sumarse a esta conversación no es solo una oportunidad de marketing, es una inversión en relevancia cultural. Porque, hoy más que nunca, la música latina es el pulso que dicta el compás del mundo.

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