Con su nuevo álbum Los Perros No Entienden Internet (…Y Yo No Entiendo de Sentimientos), Depresión Sonora emprende una gira internacional que llevará su sensibilidad oscura y melódica a Europa, Latinoamérica y Estados Unidos — una expansión que consolida su lugar entre los renovadores de la escena alternativa en español.

De barrio madrileño al mundo: una gira con ambición global

Depresión Sonora, proyecto liderado por Marcos Crespo, anunció oficialmente su “Vacaciones Para Siempre Tour 2026”, una ruta internacional que recorrerá más de 30 ciudades entre Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. La gira se lanza poco después del estreno de su esperado álbum, publicado en octubre de 2025.

El tour comenzará en España durante enero, con fechas en ciudades como Bilbao, Sevilla, Barcelona, Madrid —muchas ya con entradas agotadas—. Hacia abril, la ruta llegará a Latinoamérica con paradas en Buenos Aires, Santiago de Chile y Ciudad de México. Posteriormente, a finales de abril y principios de mayo, el grupo presentará su propuesta en ciudades clave de Estados Unidos, incluyendo Dallas, San Francisco, Los Ángeles, Chicago y Nueva York.

Este itinerario no solo representa una nueva etapa para el grupo, sino una reafirmación: de una banda que nació en 2020 en una habitación en Madrid, que creció con sensibilidad DIY, a un artista global que entiende la dimensión de sus canciones y el alcance de su propuesta.

“Los Perros No Entienden Internet…”, el disco que dispara el viaje

El corazón del tour es su reciente álbum. Con producción y mezcla a cargo en parte a manos del reconocido productor Harto Rodríguez y mezclas de Chris Coady —famoso por su trabajo con proyectos como Beach House o Yeah Yeah Yeahs—, el disco marca un giro sonoro y estético que busca elevar el sonido de Depresión Sonora hacia paisajes más atmosféricos, íntimos y cinematográficos.

Las canciones exploran la confusión emocional, la alienación que produce la era digital, la nostalgia, el desajuste afectivo. La crudeza del post‑punk se combina con melodías sensibles, introspectivas, a veces melancólicas, otras salvajes. En este contexto, el disco se convierte en un documento generacional, un testimonio de vulnerabilidad conectada con lo moderno.

La transformación no es arbitraria: es consciente. Es el resultado de un camino que fue desde el minimalismo hasta la ambición, desde la habitación de un joven madrileño hasta escenarios globales, con la intención de que sus canciones trasciendan idioma y geografía.

¿Por qué importa su gira —y qué representa para la escena alternativa en español?

1. Expansión de una escena emergente: Depresión Sonora es parte de una generación de artistas que redefinen lo “alternativo” y lo “posterior” desde lo honesto y personal. Que crucen el Atlántico con una gira ambiciosa es una señal clara de que esta música ya no se queda en nichos: busca público global.
2. Puente cultural entre Europa y América Latina/EE.UU.: La mezcla de influencias, historias, sensibilidad bilingüe/ bicultural, permite que su mensaje genere empatía en audiencias diversas. Es un puente que fortalece la música en español como lengua global.
3. Resonancia emocional con la generación digital: Las temáticas del disco —ansiedad, desconexión, búsqueda de identidad, el conflicto entre lo real y lo virtual— resuenan con quienes crecieron con internet. Su música se convierte en reflejo de un zeitgeist: dolor, esperanza, nostalgia, catarsis.
4. Reafirmación del valor del post‑punk y la música alternativa: En tiempos dominados por lo urbano‑pop, lo electrónico o lo comercial, Depresión Sonora recuerda que hay espacio para la melancolía, la guitarra cruda, el bajo profundo, la voz quebrada. Que la autenticidad no está en los excesos, sino en la verdad.

Con “Vacaciones Para Siempre Tour 2026”, Depresión Sonora no solo proyecta una gira: convoca a quienes buscan canciones con alma, atmósfera, memoria. A quienes saben que en el post‑punk hecho en español hay dolor, sí; pero también posibilidad de sanación, comunidad y refugio compartido.

Este recorrido internacional representa una apuesta valiente: creer que la melancolía, la introspección y la honestidad son compatibles con la amplitud, el ruido del escenario, la globalización. Para quienes amamos la música que duele, que sana, que cuenta historias, este viaje acaba de empezar.