En tiempos donde la música suele agotarse en algoritmos, hay discos que llegan como ráfagas necesarias de sentido. Calima, el nuevo trabajo colaborativo entre el colectivo londinense Balimaya Project y el ensamble colombiano Discos Pacífico All Stars, es precisamente eso: una declaración artística que apuesta por la raíz, la experimentación y el encuentro.
Grabado en Tumaco, una de las cunas rítmicas del Pacífico colombiano, este álbum no es una simple fusión, sino un ritual sonoro donde djembés, balafones, cununos, marimbas y cantos tradicionales dialogan con el jazz mandé, los arreglos contemporáneos y la fuerza vital del territorio. Es un álbum que no solo se escucha: se siente en el pecho y en los pies, como si la historia misma se manifestara en forma de groove.
El nombre no es casual. “Calima” es ese viento cálido que anuncia la tormenta. En este contexto, representa la energía que cruza África, Europa y América Latina para tejer un mensaje profundo de comunidad, resiliencia y creatividad. Cada track vibra con intensidad rítmica, pero también guarda silencios contemplativos, pasajes donde la espiritualidad sonora ocupa el centro.
La alianza entre Balimaya Project, referentes del nuevo jazz afro-diaspórico en Reino Unido, y Discos Pacífico All Stars —con músicos de Bejuco y Semblanzas del Río Guapi— va más allá de lo musical. Es un gesto político y poético: afirmar que la música puede ser un espacio común de reparación, memoria y futuro compartido.
Calima no es solo un álbum, es un viento que sopla fuerte desde el sur global, uniendo legados invisibilizados para crear nuevos lenguajes colectivos.
Disponible a partir del 5 de septiembre, este disco es imprescindible para quienes entienden que el arte no es decoración, sino construcción de nuevos mundos posibles.