Radar Equal — La Favi: deseo, mística y cuerpo en loop

Radar Equal — La Favi: deseo, mística y cuerpo en loop

Por Equal Media · Agosto 2025

No todos los artistas hacen de su voz un espacio seguro. La Favi sí.
Y lo hace desde el margen, desde la orilla queer del reguetón, desde el susurro que nunca pidió permiso para sonar.

Nacida y criada en el Bay Area, La Favi es una de las voces más potentes del neoperreo y el latin pop alternativo. Su propuesta combina deseo, mística, reguetón espectral y un lenguaje visual que desafía lo binario, lo cómodo y lo predecible. Desde sus primeros tracks hasta su actual álbum Adicta, La Favi ha cultivado algo más profundo que un estilo: ha creado un espacio sonoro donde lo íntimo y lo colectivo se encuentran.

Cantar como quien conjura

La Favi apareció en el radar global como parte de una ola de artistas que no ven el reguetón solo como fiesta, sino como vehículo para hablar de trauma, poder, deseo, resistencia. Fue pionera en establecer una narrativa queer en el perreo cuando aún era una provocación, no una estrategia de marketing.

En su música conviven lo ancestral (flamenco, melancolía, confesión) con lo urbano (sintetizadores, auto-tune, bajos cargados). Su tono no es gritado, sino hipnótico. No es estridente, sino envolvente. Escucharla es entrar en un trance emocional con raíces profundas.

Adicta: dolor bonito y featurings con alma

Lanzado en junio de 2025, Adicta no es un álbum que busca agradar: busca conectar.
Con solo 7 tracks, logra algo raro en la música actual: profundidad sin grandilocuencia. Cada canción suena a confesión, a audio de WhatsApp que no te atreves a borrar, a poema susurrado en la madrugada.

La producción —a cargo de Brodinski, Modulaw, Glass y Foudeqush— crea una atmósfera espectral que deja respirar su voz. No hay sobrecarga. Hay minimalismo emocional.

Los featurings son otra joya:

  • Foudeqush aporta un manto vibrante a Sticky, donde la toxicidad amorosa se vuelve bailable.
  • Modulaw aparece como productor y cómplice sonoro en varios cortes, reforzando la estética espectral y emocional del álbum.
  • La química sonora con Glass recuerda que no todo dueto necesita pirotecnia: a veces basta con un beat que te rompa por dentro.

¿Por qué escucharla hoy?

  1. Porque su música no está diseñada para el algoritmo, sino para el cuerpo.
    Lo que canta La Favi no se baila para olvidar: se baila para recordar quién eres.
  2. Porque le da voz a una comunidad queer latina que no siempre se escucha.
    Su existencia artística es resistencia, representación y consuelo.
  3. Porque hace del reguetón un acto poético.
    Adicta no busca hits, busca heridas compartidas, y eso tiene más valor que mil números en Spotify.

Un sonido que abraza la contradicción

En un mundo donde lo urbano se llena de moldes, La Favi sigue siendo indomable. No se deja leer fácil. Su estética visual —entre cyber goth, flamenca futurista y avatar urbano— se alinea con su música: siempre en tensión, siempre provocando algo más que “me gusta”.

No busca validación mainstream. Pero ojo: ya ganó un Latin Grammy por composición, destacada por medios globales como RollingStone. No es promesa: es presente.

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