Por: Equal Music

 La base contemplativa de la música es una virtud que nos puede llevar a los lugares más dulces u oscuros dependiendo nuestro estado de ánimo, sonidos etéreos, armonías y la magia del ¨en vivo¨ que completa la experiencia cuando frente a nosotros la emotividad pulula.

Es de esta manera que los recintos donde se llevan a cabo las fiestas melódicas se convierten en cómplices que toman forma como un actor más, un músico silencioso que sobre su arquitectura el deleite del espectador se completa para dejar marcas de por vida.

El 24 de octubre del 2014 el Hackney Empire de Londres recibió en un lleno total a 4 músicos que expulsaron melancolía visitando clásicos instantáneos de su más reciente material llamado: Familiars así como otras piezas de discos anteriores, The Antlers tomó por sorpresa el escenario para un concierto épico lleno de atmósferas, delays, trompetas hipnóticas y una voz que traspasó el consciente mediante líricas poéticas.

El recinto construido en 1901 fue cómplice y testigo de la grabación de un disco que vio la luz a manera de vinilo en edición limitada, la inmersión de arreglos extendidos fue atemporal ya que The Antlers envolvió en un vórtice sonoro a los que tuvieron la dicha de estar presentes.

Live in London es uno de los ejemplos más fehacientes de cómo las melodías en formato de experimentación y cadencia pueden llenar vacíos ante la belleza nostálgica de la música, el sufrimiento también se disfruta cuando la compañía es adecuada.

En esta entrega, Doppleganger de The Antlers, canción que forma parte del Live in London, concierto plagado de emociones encontradas, el doble malvado que habita en lo más recóndito de nuestro ser.