Por: Equal Music

El puritanismo en la música en ocasione hace que nos perdamos de joyas por el simple hecho de no estar en nuestro cuadrante o simplemente por conservadurismo que nos juega en contra pues el ser tan fieles a un género pierde foco en la evolución y distintas fusiones que el tiempo va añadiendo.

Si algo nos ha enseñado la generación de nuevos artistas es que las fronteras se han perdido y ya no hay miedo de mezclar sonidos en teoría disímiles, el riesgo se transforma en creaciones que van sorprendiendo y logrando nuevos adeptos.

La cultura de la generación shuffle dictada por las plataformas de streaming ha tenido lados positivos, uno de ellos es la apertura del oyente a brincar sin culpa canciones que antes jamás encontraríamos dentro de una playlist, las sucesoras del mixtape.

Fue en 2010 cuando Plano Texas se convirtió en la ciudad que albergó a 4 músicos que irrumpieron la escena del metal progresivo bajo sus propias reglas, desde Muse, su álbum debut dieron una muestra de su virtuosidad sin mostrar realmente hacia dónde los llevaría su carrera.

Es hasta New Levels New Devils que el cuarteto insertó hip hop y trap en sus bases melódicas que les llevaron a ser rechazados por algunos y adorados por otros tantos, hacer música para complacer nunca fue ni ha sido objetivo de los texanos, el ejercicio libre de composición es lo que nos fue entregando joyas que les colocaron en el lugar y tiempo exacto para ser ubicados por una gran cantidad de público.

Fue a través de redes sociales que la música se compartió y dio soporte para seguir en la música sin ataduras, la honestidad de la creación es algo que siempre agradecemos más allá de pre fabricaciones forzadas que difícilmente logran sobrevivir al paso del tiempo.

Polyphia se ha adueñado de espacios antes creados para los puristas, así, de a poco es que se les ha dado el reconocimiento no buscado pero sí merecido con un lenguaje sin lírica que los vuelve universales bajo el cobijo de un par de guitarras, bajo y batería capaces de transmitir emociones.

En esta entrega Polyphia con Playin God, canción donde el flamenco se presenta en cuerdas de nylon y una base rítmica atípica que por cierto es la marca personal de casa.